La Carta Astral es una fotografía del Cosmos en el momento en que nacemos, lo que imprime el modelo de nuestro código energético. Es una instantánea que congela el firmamento en el mismo instante en que salimos del vientre de nuestra madre al espacio exterior y, por tanto, expresa el momento constelar de nuestro nacimiento. Es una imagen única e irrepetible; y dicha imagen servirá, mediante su correcta lectura e interpretación, como el Mapa de nuestra vida.
En ella hay cuatro ingredientes básicos: los Planetas, los Signos, las Casas y los Aspectos, que se combinan para formar una Carta astrológica, Mapa o Tema, y que se representa en el papel por medio de un gráfico, el Mandala.
Los planetas representan determinadas "motivaciones", tendencias e impulsos psicológicos, "intentan" materializar las acciones; por ejemplo: Marte "busca" afirmar; Venus "intenta" armonizar; Júpiter "procura" expandir; Saturno restringir; el Sol expresar; la Luna emocionalizar, etc. Los signos (Aries, Tauro, Géminis, etc.) representan doce "calidades" del ser, o mejor dicho: doce "actitudes" en la vida de responder a un hecho determinado. Y estas maneras de responder se harán con la impronta de los planetas y sus correspondientes Aspectos (distancias o diálogos energéticos entre planetas) en un cierto ámbito de nuestra vida, y ese "ámbito" será el de las Casas astrológicas.
La Carta Natal es un Mandala o Mapa dividido en XII Casas o ámbitos en donde la naturaleza del ser expresará su energía y la razón de su existencia. Y es en este Mandala en donde se puede leer cómo es la persona expresada en esa Carta; cuál es su carácter; su personalidad; sus gustos; sus defectos; sus virtudes; sus anhelos y aspiraciones; su manera de ser y reaccionar ante las diversas situaciones de la vida y dónde está mejor o peor equipada para afrontar un conflicto en particular. En resumidas cuentas, los planetas nos muestran qué sucede, los signos cómo sucede, las casas dónde sucede y los aspectos con qué facilidades o dificultades sucede una instancia determinada de nuestra vida.
Siempre nos preguntamos quiénes somos, pero lo cierto es que estamos cambiando a cada instante, en que millones de olas de pensamientos se canalizan a través del sistema de filtro de nuestro pensamiento. Giramos alrededor de nuestra mente, pensando, sintiendo, actuando; los planetas simbolizan energías y cuando caen en una constelación concreta del Zodíaco, ponen en acción simultáneamente las energías del planeta y del signo del Zodíaco donde llegan. Es muy importante entender el dinamismo del comportamiento y la naturaleza de cada planeta y cómo se conecta con la psicología del hombre.
La interpretación de la Carta Natal en sí, que es la Carta de nuestro nacimiento, el sello impreso del firmamento que nos acompañará toda la vida, no indica qué nos va a pasar en tal fecha, no es predictiva. Para eso se hacen los "Tránsitos", representados en la Revolución Solar (Carta levantada para cada cumpleaños) que se basan en los movimientos actuales de los planetas sobre los puntos ocupados por ellos mismos en la Carta Natal, es decir, en el momento del nacimiento a través del cual el ser se expresa al encarnar. La Carta Natal, llega al fondo de cada ser para ver la realidad de cada uno, las motivaciones y deseos, al verdadero individuo que se oculta detrás de la personalidad.
